jueves, 6 de septiembre de 2007

El hígado no cuenta

Anoche volvimos a hablar como cada noche y de nuevo salieron a la luz frases como la archiconocida de Pascal "el corazón tiene razones que la razón no entiende".

No puedo poner en conflicto a Cabeza y Corazón - te dije - porque acabaría volviéndome loca.

Simplemente les dejo que caminen en paralelo y se miren de vez en cuando para que se reconozcan dentro del mismo ser, pero nunca propiciaría el contacto entre ambos porque acabarían tirándose de los pelos.

Ya sabes que Cabeza es muy inflexible, y no permitiría que Corazón me dañara por ser tan tierno y tan kamikaze de ir por ahí sin escudo y pasar por alto según que situaciones que ella jamás en la vida toleraría.

Cabeza hubiera tirado el invento telecomunicativo en cualquier contenedor (como le sugirió otra cabeza) y se hubiera ido tan tranquila. Sin embargo, él fue capaz de meterse en el agua, nadar aquí y allá, tomarse un café, dar una vuelta y luego ponerse al volante pidiendo ayuda a su eterna acompañante, esa que compensa sus errores, que lo ve todo con perspectiva y pone un poco de cordura en esta vida loca.
Probablemente no esté lejos el día en que ella adquiera el protagonismo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Leyendo esto recuerdo cuando éramos pequeños que decíamos en el cole que todo el mundo tenemos un doble en el mundo y que si algún día por casualidad nos cruzáramos en la calle quedaríamos catatónicos...ahora que lo escribo creo que hay una peli (americana seguro) que habla de esto. A lo que voy, Cabeza y Corazón viven una misma vida pero de forma separada...
Y pa' que no decaiga, aquí vá la frase del día:

Si la razón hace al hombre, el sentimiento lo conduce.
Jean Jacques Rousseau (1712-1778) Filósofo francés.

Meli Keller dijo...

Cuantísima razón (valga la rebuznancia) hay encerrada en esa afirmación. Jota Jota era un hombre sabio.