Hipermetropía y astigmatismo. Así vamos, dando palos de ciego….
Me voy a UK a pasar un fin de semana a casa de Little Britain, y como allí la humedad es perfecta (no en su casa que es una monería, sino en el país) decido llevarme las lentillas que tantos disgustos me dan en Sevilla City por la sequedad tan grande, los picores tan molestos y los guiñeteos que a diestro y siniestro voy regalando sin tener en cuenta el grado de confianza que pueda llegar a tener con los viandantes con los que me voy cruzando, que no es ni más ni menos que cero.
Total, que yo encantada de la vida sin soportar patillas ni puentes. Una comodidad impagable sin preocuparme por limpiar los cristales, ni por subírmelas cuando se me bajaran, ni por quitármelas para refrescarme la cara…
Pero algo sucedió una noche, pongámonos en situación.
Inglaterra, noche del 25 de agosto del año 2007. Ocho personas salen a cenar con ánimo de pasarlo bien.
Fuera, una luna llena en todo su esplendor iluminaba en tonos grises las pocas nubes que pasaban delante de ella para dar al paisaje el toque justo de misterio.
Nadie a esas horas podía imaginar lo que más tarde sucedería.
Los ocho tomaron asiento en la mesa que había sido reservada días antes por uno de ellos en uno de los restaurantes más conocidos de St. Clement´s Hill, y empezaron a leer la carta.
Meli Keller, sentada en un extremo, compartió folleto con Sisi Elle (sentada a su derecha) y decidieron pedir pechuga de pollo con salsa de guisantes enanos y brie y berenjenas gratinadas respectivamente.
Quince minutos después todos los comensales estaban servidos, y a fin de empezar la celebración tuvieron a bien alzar sus copas llenas de lambrusco blanco, mirarse a los ojos sonriendo y decir “cheers” o “salud” según fuera la nacionalidad de los presentes.
Empezó el festín.
Entre risas y anécdotas iban pasando los minutos que con precisión suiza marcaba el reloj de pie que estaba colocado justo al lado de la réplica de un Picasso, cuando de repente, Sisi se acerca a Meli y le dice al oído “¿cómo está el pollo?
Ante tal pregunta Meli no pudo por más que retirarse un poco a fin de dejar que Sisi pudiera probarlo, y justo en el momento en que se disponía a hacerlo, a Meli se le resbala el tenedor dentro de su plato, y un guisate rebelde (y enano) describe una trayectoria parabólica con doble mortal carpado y tirabuzón rubio hacia delante que culmina en el ojo derecho de Miss Keller (que lo percibió todo a cámara lenta, incluso horas más tarde declararía que vio pasar su vida en fotogramas de 0.5 nanosegundos cada uno).
Se oyó un lamento ahogado que fue confundido con un hipido inmundo, y solo cuando Miss K. se volvió bruscamente hacia su izquierda llevándose la mano a la cara, fue cuando realmente tomó conciencia de lo que había pasado….
- CONTINUARÁ-
3 comentarios:
Toc toc, ¿¿¿se puede????, Hoy llego un poco tarde, entiendo que Meli Keller entenderá que me haya retrasado en mi misión de comentarista de este, mi blog favorito)....
Pues bien, nunca había oido narrar la historia de un guisante que se resbala de una forma tan literaria jajajaja...¡¡Consigues que sea hasta interesante!! Meli, ¡¡¡haces una gira por Huelva (yo sigo R que R con Huelva) y te forras!!!
Por cierto, que estoy contentísima de las primeras palabras (esperemos que no sean las últimas) de Litte Britain. Animemos todos al unísono y fuerte a Little Britain que obtiene " 10 points" "Dé Puá (en francés)"!!!
Bueno, hoy se me está yendo un poco la pinza...;-) los que me conocen bien entenderán por qué y me disculparán.
no podemos esperar por la continuacion de este capitulo ......y eso que nosotros estabamos alli.....gracias por los diez puntos. aunque rumania siempres estara a la cabeza. YA TA!!!!!
Little Britain, tú y yo nos vamos por Soria y nos forramos. Nos llevamos a Vericueta de manager y a Paka de estilista, y te digo yo que no nos va a faltar de ná.
Besos a los tres. YA TA!!!!
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