viernes, 28 de septiembre de 2007

Magia

Hoy me decía que Pedro Pérez Pellicer, peluquero perfumista, pone por poco parné pelo y patillas postizas.
También me ha contado que el remedio más eficaz para la infertilidad en una pareja joven y sana es el triteoterol, cosa que yo como farmacéutica desconocía.
Me ha explicado como una mujer puso sola una pescadería y su vecina una frutería, y que además ésta última estaba casada con uno que había montado una charcutería sin ayuda de nadie.
Todo esto mientras paseábamos por San Jacinto disfrutando de una noche espectacular.
Tanto Paka como él admiraron las raíces aéreas del árbol que hay a las puertas de la parroquia y que a mi tanto me asombra.
Y pusimos la guinda al pastel sentándonos en la calle Betis, bajo los naranjos, frente al Puente de Triana, que iluminado de felicidad parecía estar mirando a través de sus ojos enamorados a la Giralda, bella entre las bellas, y a la Torre del Oro con quien tuvo un romance, y que ahora fingiendo indiferencia trataba de lucir aún más que su rival para acabar siendo ella la afortunada de vivir en amores con el apuesto chico de enfrente.

Nunca un tinto con limón me supo tan bien.
Gracias por un día particularmente mágico. Os quiero (sé que lo sabéis, a tí y a Paka).



Veri, siento haber descuidado mi escritura diaria, trataré de que no vuelva a pasar. Y también te quiero mucho apa!!


lunes, 24 de septiembre de 2007

Pasó a ser leyenda

Cuentan que en Triana vivía un gitano apodado "Cachorro" que todos los días iba a Sevilla atravesando el puente de barcas para ver a una mujer.
El marido de ésta se dio cuenta, y tales fueron los celos que un día lo esperó escondido en la venta Vela donde el Cachorro, que estaba sacando agua del pozo, recibió siete puñaladas que lo llevaron en el acto a la muerte.

Un imaginero que andaba por allí vio lo que pasó, y tanto le impactó que se le quedó grabada la cara del gitano en el momento justo en que expiraba, y no pudo por menos que plasmar el rostro en la escultura que por aquel entonces tenía entre manos. (Y a la que luego se le conocería por el nombre de "Santísimo Cristo de la Expiración" o "Cachorro", que no mira hacia el suelo en la cruz, mira al cielo porque lo acaban de apuñalar)

La justicia tomó cartas en el asunto y tras la investigación se llegó a la verdad: el Cachorro visitaba diariamente a aquella mujer, que no era otra que su hermana bastarda, de la que no había dicho nunca nada por miedo a ponerla en compromiso por sus orígenes.

El Cachorro nunca ha visto ni Sevilla ni Triana
sólo ha visto los balcones y las tejas de la Cava.
Sólo ve a los saeteros y a las blancas espadañas;
Él no ha visto nunca el río ni el barrio de sus entrañas.

Porque mira el cielo azul de esta tierra mariana
que busca en su cara la luz;
malas "puñalás" gitanas quien te clavara en la Cruz.


sábado, 22 de septiembre de 2007

Emociones

Hoy he leído algo muy interesante.
Resulta que sentimos antes que pensamos, aunque todos conozcamos a algun@s que ni una cosa ni la otra.
Está más que estudiado y comprobado que ante una situación de peligro o de riesgo , el tálamo que es quien la identifica, envía la información a través de dos circuitos, uno corto que llega inmediatamente a la amígdala (desde donde sentimos), y otro más largo que va al neocórtex (desde donde razonamos).

También he aprendido que el miedo, la tristeza o la alegría son emociones básicas porque son innatas en todos los mamíferos, y que la culpa, la timidez o el desprecio son emociones sociales que vamos adquiriendo a medida que crecemos y dependiendo del círculo social en el que nos eduquemos.

Aunque tengo que decir, que lo que más me ha gustado de todo es algo que me han contado hoy sobre la medicina tradicional china.
Dicen estos sabios que el miedo es el agua, la alegría es el fuego y la ira es la madera. Por eso un exceso de agua (el miedo) apagaría el fuego (la alegría) y nutriría en demasía a la madera (la ira).

Después de pensar un poco sobre todo esto he llegado a una conclusión de las mías y se me ha quedado una pregunta en el tintero.
La conclusión es: el miedo sólo es bueno en pequeñas cantidades y cuando su finalidad es la prudencia.
La pregunta: ¿Tendrá algo que ver el tamaño de la amígdala con que haya personas que sientan más profundamente que otras?

En fin, creo que para esto último necesitaríamos a otro Ramón y Cajal por este mundo.


miércoles, 19 de septiembre de 2007

Vivir el presente

Llevo días planteándome el futuro y cuestionándome el pasado, y hoy como por arte del destino, (que no de la casualidad, porque no existe), el presente me ha abofeteado y se ha reído de mi por ser tan necia de ir cargando con los dos fardos atemporales que tanto me paralizan.
Mi amiga Treinta Por Ciento, que últimamente ha estado sometida a estrés, presiones, cambios de trabajo y no sé cuántas cosas más, llevaba tiempo notando dolor en las articulaciones y viendo como sus manos, sus dedos, se hinchaban.
Ha pasado por multitud de pruebas, y por fin ya ha tenido su diagnóstico.
Está a base de cortisona y antipalúdicos (ella que es antipastillas) y encima le han dicho que no puede ni ver el sol.
¡Mierda de enfermedades autoinmunes!
Me decía que eso de no ir a la playa no sabe cómo lo va a llevar. Y yo mientras pensaba en lo idiota que estoy siendo aquí parada, mirándome el ombligo y pensando en lo pasado (que pasado está) y en lo que vendrá (que para qué preocuparse).
Hay personas muy valientes en este mundo, y mi amiga Treinta Por Ciento me ha dado hoy la mejor de las lecciones sin ella saberlo.
Hay que tomar la vida como se presenta y buscar lo positivo de lo malo que nos llegue. Sólo así viviremos el presente felices, y nada, ni la más mísera de las enfermedades, podrá con nosotros.




martes, 18 de septiembre de 2007

El gran chef

Una noche disfrutando del séptimo arte, qué mejor plan.

No tenía ni idea de la película que íbamos a ir a ver. Me dijeron “just go with the flow” y como esto mismo fue lo que me dijo Jeidi hace unas semanas (y ella es sabia) ni se me ocurrió volver a preguntar.

Me senté en mi sitio - sala once, fila nueve, butaca nueve - y a los dos minutos bajaron las luces. Empezaron las toses de rigor, (porque casi todo el mundo tose o se suena la nariz en esos momentos), y los paquetes de palomitas, gominolas y chocolatinas hicieron su aparición estelar de la misma forma que lo hubieran hecho la protagonista o el primer actor de cualquier estreno holliwoodiense.

Comenzaron los anuncios. Contrariamente a lo que viene siendo habitual en mi, esta vez les presté atención y puedo decir que este invierno promete en cuanto a estrenos de cartelera.

Pero volvamos al presente, o mejor dicho al pasado, porque esto ocurrió hace unos días:

Continuaron con un corto de animación buenísimo que se llama abducido y que no he podido encontrar por ningún sitio, está claro que hace honor a su nombre.

Y por fin… música parisina al ritmo de la cual baila el pequeño flexo de Pixar.

Había oído muy buenas críticas de esta película, que sigue el rastro de otras como Toy Story, Monstruos SA, o Buscando a Nemo, pero nunca pensé que el consejo que el fantasma de Auguste Gusteau le da a Remy en la peor de sus horas pudiera ser tan revelador para mi en ese momento “si te paras a mirar lo que dejas atrás no podrás ver lo que tienes por delante

Merece la pena verla.

Little Britain, te conseguiré el deuvedé ¡todo se desarrolla alrededor de la cocina del mejor restaurante de París!



viernes, 14 de septiembre de 2007

Suite nº1, Preludio.

Día gris en Sevilla City. El olor a azahar ha desaparecido para dejar paso a calles mojadas, niños corriendo con botas de agua y resulta que en el tiempo que llevo escribiendo este post (48 segundos) el sol ha salido, las calles se están secando a velocidad de vértigo y por no oler no huele ni a humedad, ¿pero esto qué es? ¿estoy pasando de una realidad a la realidad paralela de ésta?
Debe ser cosa del cambio climático (que cada vez es más rápido y más alarmante)

De todas formas está claro que el otoño empieza a hacerse presente. Seguramente en unos días el árbol que hay frente al ventanal empiece a cubrir la acera de hojas grandes y marrones y entonces será cuando yo tome conciencia real de que hemos dejado atrás el calor para meternos de lleno en el mundo de los pijamas de pantalón largo, las rebecas y los paraguas.
Ella siempre pregunta ¿qué te gusta más, el verano o el invierno? y yo, que sé perfectamente que prefiere el invierno le digo "el verano" y me mira como diciendo "tienes el gusto atrofiado, con lo bien que se está sentada en la mesa camilla"

Es una época nostálgica, llena de horas de mantita y sofá, infusión de sobremesa y lectura junto a la chimenea.
Es la época de los paseos por el parque y las tardes de puzzles y partidas de trivial...
...Y como no, es la época de Bach.


martes, 11 de septiembre de 2007

De vista, gafas, pollo, berenjenas y lentillas (II y fin)

...Parte de la crema de Brie estaba pegada a su mejilla, (en ese momento dio gracias al cielo porque la sirvieran un poco fría), pero ni rastro de la diminuta bolita verde. Se incorporó lentamente (para evitar mareos posturales), y justo entonces se percató. Ahí, delante de su pupila había algo redondo que no le dejaba ver nada y provocaba que de su ojo naciera el pequeño manantial que a su paso por Londres llaman Támesis.

Rápidamente y de un manotazo despejó la zona de cuerpos extraños y salieron aleteando el guisante y la lentilla, que juntitos parecían un caracol con su concha transparente y notó el mayor alivio de su vida.

Se dispuso Miss Keller a retomar la cena y mirando al plato dijo “a Dios pongo por testigo de que me quito la otra lentilla y me coloco las gafas que tan buen servicio me han dado siempre y me hacen de parapeto ante cualquier asalto”

Y así fue.

Hora y media más tarde los ocho (más las gafas de Meli, que eran como uno más) se fueron a un pub irlandés a seguir con la celebración y luego a casa de Little Britain donde acabaron tomando shortbread y tes variados.

Dos días después Meli Keller regresaba a casa en su país natal y cuando fue a colocarse las gafas (ese tesoro de bordes rojos) se dio cuenta que no estaban.

No! No estaban por ningún sitio. Movió cielo, mar y tierra, Roma con Santiago, buscó debajo de las piedras, en la mañana fría y en la noche las buscó… y no las encontró. Así que en pleno duelo llamó por teléfono a Little Britain para decirle que el viaje de vuelta había sido perfecto pero que sus fieles compañeras no habían estado con ella para verlo. Estaba inconsolable, pero L.B. que tiene recursos para todo la calmó con solo una frase “no te preocupes maja, que yo ahora te las busco por aquí y en menos de un mes las tienes contigo”

Miss Keller ya con el cuerpo en caja esbozó la más sincera de sus sonrisas y se fue a dormir. Soñó con niños gallegos, pero eso ya es otra historia….

Una semana más tarde, Meli (“animada” por su madre) decidió que ya era hora de guardar en su sitio el chaquetón que había traído de tierras británicas, y en el momento justo en que estaba colocándolo en la percha y poniendo bien la cremallera notó un bulto extraño en el bolsillo interior… Ante el temor de que fuera una ardilla o cualquier bicho viviente tiró la prenda sobre la cama y en plan “pressing catch" se lanzó sobre ella.

Minutos más tarde y tras comprobar que no se movía nada miró en el bolsillo y… ¡ahí estaban!

Meli se había pasado una semana entera con las gafas de sol graduadas puestas hasta en su casa con las burlas que eso conlleva y al final resultó que siempre habían estado ahí.

Queridos lectores, que cada cual saque su moraleja.

-FIN-


lunes, 10 de septiembre de 2007

De vista, gafas, pollo, berenjenas y lentillas (I)

Hipermetropía y astigmatismo. Así vamos, dando palos de ciego….

Me voy a UK a pasar un fin de semana a casa de Little Britain, y como allí la humedad es perfecta (no en su casa que es una monería, sino en el país) decido llevarme las lentillas que tantos disgustos me dan en Sevilla City por la sequedad tan grande, los picores tan molestos y los guiñeteos que a diestro y siniestro voy regalando sin tener en cuenta el grado de confianza que pueda llegar a tener con los viandantes con los que me voy cruzando, que no es ni más ni menos que cero.

Total, que yo encantada de la vida sin soportar patillas ni puentes. Una comodidad impagable sin preocuparme por limpiar los cristales, ni por subírmelas cuando se me bajaran, ni por quitármelas para refrescarme la cara…

Pero algo sucedió una noche, pongámonos en situación.


Inglaterra, noche del 25 de agosto del año 2007. Ocho personas salen a cenar con ánimo de pasarlo bien.

Fuera, una luna llena en todo su esplendor iluminaba en tonos grises las pocas nubes que pasaban delante de ella para dar al paisaje el toque justo de misterio.

Nadie a esas horas podía imaginar lo que más tarde sucedería.

Los ocho tomaron asiento en la mesa que había sido reservada días antes por uno de ellos en uno de los restaurantes más conocidos de St. Clement´s Hill, y empezaron a leer la carta.

Meli Keller, sentada en un extremo, compartió folleto con Sisi Elle (sentada a su derecha) y decidieron pedir pechuga de pollo con salsa de guisantes enanos y brie y berenjenas gratinadas respectivamente.

Quince minutos después todos los comensales estaban servidos, y a fin de empezar la celebración tuvieron a bien alzar sus copas llenas de lambrusco blanco, mirarse a los ojos sonriendo y decir “cheers” o “salud” según fuera la nacionalidad de los presentes.

Empezó el festín.

Entre risas y anécdotas iban pasando los minutos que con precisión suiza marcaba el reloj de pie que estaba colocado justo al lado de la réplica de un Picasso, cuando de repente, Sisi se acerca a Meli y le dice al oído “¿cómo está el pollo?

Ante tal pregunta Meli no pudo por más que retirarse un poco a fin de dejar que Sisi pudiera probarlo, y justo en el momento en que se disponía a hacerlo, a Meli se le resbala el tenedor dentro de su plato, y un guisate rebelde (y enano) describe una trayectoria parabólica con doble mortal carpado y tirabuzón rubio hacia delante que culmina en el ojo derecho de Miss Keller (que lo percibió todo a cámara lenta, incluso horas más tarde declararía que vio pasar su vida en fotogramas de 0.5 nanosegundos cada uno).

Se oyó un lamento ahogado que fue confundido con un hipido inmundo, y solo cuando Miss K. se volvió bruscamente hacia su izquierda llevándose la mano a la cara, fue cuando realmente tomó conciencia de lo que había pasado….


- CONTINUARÁ-

viernes, 7 de septiembre de 2007

All by myself

Iba yo de la terraza al salón cuando mi madre que estaba en el sofá separando el correo ordinario me dice: "Meli, aquí hay una invitación para ti"
Yo, ojiplática perdida, me paro en seco y veo un sobre cuadrado de color marrón oscuro con brillo. Mi usual rapidez mental hizo que me percatara que no llevaba matasellos ni dirección ni remite, sólo los nombres de mis progenitores, así que acto seguido até cabos sin vacilar:
"ésta es la famosa invitación de boda, esa en la que me quieren emparejar con el primo abogado del novio que no tiene pareja, porque él igual que yo, no se conforma con cualquier espécimen que se le arrime"
Muy digna yo, cojo el sobre, lo abro y efectivamente se confirman todas mis sospechas.
Como si nada leo la tarjetita y miro de reojo a mi madre que por supuesto se estaba haciendo la sueca disimulando que estaba observándome.
Delicadamente introduzco la invitación en su sobre, lo dejo sobre la mesa y digo: "mamá, esta invitación no es para mi (gracias a Dios), lleva vuestros nombres" y justo cuando reanudaba la marcha hacia mi habitación oigo una voz que dice "sí que lo es, porque aunque tu nombre no aparezca, el padre del novio le ha dicho a tu padre que estás invitada"

La única reacción que fui capaz de tener tras el congelamiento y posterior hervor de sangre que me produjo el saberme partícipe de la invitación al evento celestinoso fue decir enérgicamente " NI LOCA VOY YO A ESO"
A lo que mi madre, (reiterativa y con una misión importante que cumplir, véase emparejar a su primogénita) respondió " ¿y por qué no?"
Sentencia mía: "¡¡PORQUE NO!!"


jueves, 6 de septiembre de 2007

El hígado no cuenta

Anoche volvimos a hablar como cada noche y de nuevo salieron a la luz frases como la archiconocida de Pascal "el corazón tiene razones que la razón no entiende".

No puedo poner en conflicto a Cabeza y Corazón - te dije - porque acabaría volviéndome loca.

Simplemente les dejo que caminen en paralelo y se miren de vez en cuando para que se reconozcan dentro del mismo ser, pero nunca propiciaría el contacto entre ambos porque acabarían tirándose de los pelos.

Ya sabes que Cabeza es muy inflexible, y no permitiría que Corazón me dañara por ser tan tierno y tan kamikaze de ir por ahí sin escudo y pasar por alto según que situaciones que ella jamás en la vida toleraría.

Cabeza hubiera tirado el invento telecomunicativo en cualquier contenedor (como le sugirió otra cabeza) y se hubiera ido tan tranquila. Sin embargo, él fue capaz de meterse en el agua, nadar aquí y allá, tomarse un café, dar una vuelta y luego ponerse al volante pidiendo ayuda a su eterna acompañante, esa que compensa sus errores, que lo ve todo con perspectiva y pone un poco de cordura en esta vida loca.
Probablemente no esté lejos el día en que ella adquiera el protagonismo.


Otra teoría más

- Tú míralo a ver qué es lo que te llama la atención y me lo dices mañana
- Vale, ahora estaré intrigada hasta saber si coincidimos o no...



- (...)

- Hay varias cosas pero una es lo de que "eres lo que eras en el patio del colegio"
- No
- ¿No?
- No Meli, no coincidimos
- Vale, entonces ¿qué te ha llamado la atención a ti?
- La teoría de las fobias compensadas
- Ah claro, es que eso viene después. Como dice el entrevistador, es la forma de demostrar lo estúpidos que podemos llegar a ser.

El no tener fobias debe ser porque no me hace falta buscar algo que vaya mal, (ya lo traigo incluido), para compensar todo lo bueno que tengo. Y me alegro de que sea así. Siento que soy "normal".

AMAR, gracias por enriquecerme con cada conversación ;)

miércoles, 5 de septiembre de 2007

De rabiosa actualidad

El grifo miraba desde abajo a la mano que movía su engranaje hacia la izquierda pensando en cuándo lo volvería a dejar en su posición original. Llevaba tiempo dándose cuenta que a través de él pasaba demasiada agua que iba directa al sumidero sin haber sido utilizada. Y es que claro, sin una mano que controlara su caudal él no podía hacer nada salvo disgustarse.

El tubo de escape del viejo vagón de tren se sentía tan enfermo y tan descolgado de su vida anterior, (cuando era tan reluciente que cualquiera podía usarlo como espejo), que no hacía más que toser compulsivamente haciendo que el aire a su alrededor se volviera “gris oscuro y con bastante polución”.

¡Un mecánico! pedía con gritos roncos, pero nadie parecía escucharle.


Todas las chicas de la oficina pensaron que no guardarían las rebecas en verano. Ya tenían la experiencia de años pasados y con el aire acondicionado puesto a 19ºC desde las once de la mañana hasta las tres del mediodía, si no iban con manga larga podrían no llegar a casa por la noche sino ir directamente al hospital aquejadas de hipotermia.

Estos edificios inteligentes…


- ¿Qué tenga tres cubetas de basura en casa? Definitivamente te has vuelto loco.

- De eso nada, deberíamos reciclar. Desperdicios orgánicos por un lado, papel por otro y vidrio por otro.

- Si claro, y no cabemos en la cocina. Eso por no hablar de donde nos han puesto el contenedor de papeles.

- No pasa nada, puedo llevármelos por la mañana en el coche y dejarlos para reciclar camino del trabajo.

- ¿Sabes qué? Que cuando dejes de fumar y tirar colillas medio apagadas en el pinar al que vamos algunos domingos a pasar la tarde, entonces te aseguro que yo misma compraré tres cubetas y las decoraré con pegatinas para no confundirnos al tirar la basura.


Yo quisiera ser civilizada como los animales...



Haunted Houses

Hoy pensaba en casas encantadas, pero no en esas que siguen los patrones trazados por fantasmas, espíritus, hologramas, presencias extrañas, malas vibraciones o auras negativas.

No.

Hoy pensaba en verdaderas casas encantadas, como la que había a las afueras de Londres.

Esa en la que si te apoyabas en la barandilla mirando hacia el piso de arriba conseguía que subieras cómodamente sin tocar un escalón.

Esa en la que la figura del deshollinador era fundamental para poder llegar a los tejados y bailar escoba en mano saltando de chimenea en chimenea.

Nunca en ningún lugar ordenar la habitación fue tan divertido como allí, porque ver como las camas se hacen, los cajones se cierran con todo dobladito dentro, las estanterías recobran su compostura y los abrigos se cuelgan en las perchas era algo que ni en los mejores sueños nos podría pasar… (en este caso, Vericueta, tengo que usar el reflexivo para no faltar a la verdad)

“Con un poco de azúcar esa píldora que os dan, la píldora que os dan pasará mejor….”

Y no es que últimamente tome mucho té( el último ha sido uno de coco en casa de Little Britain), pero hacerlo sentada en una mesa de camilla al lado del techo sería la monda.


Así quiero que sea mi casa, un lugar encantado para todo el que venga. Un espacio lleno de vida y de alegría, acogedor. Capaz de darle a cada uno lo que de verdad necesita. Un sitio en el que tanto Mary Popins como su amigo el limpia-hollín se hubieran quedado para siempre.



martes, 4 de septiembre de 2007

Veri veri veri no es mucho mucho mucho en inglés

-¿Qué palabra te gusta?
-Uff... un poco difícil. A ver, ¿en inglés o en español?
- En inglés
- Déjame pensar... mmm.... ¡ya está, "umbrella"!
- ¿Si?, ¿por qué?
- Pues porque suena bien, es trisílaba y cantarina.
- Ah, pues yo en inglés no sabría decirte, pero en español me encanta "pizpireta"
- Jajaja, podría haberlo imaginado, aunque "vericueta" también te pega
- Si claro, me pega como tu batido de vainilla calentito
- Pues si, te pega mucho, y mi batido de vainilla calentito también pegaba. Ahora no porque hace calor, pero aquel enero en plena sierra de Madrid...
- Vericueta... no sé ¿eh?
- ¡Que si! Vericueta Di Piu... es que te describe!!!!


Para ti Veri, por ser como eres:



Por cierto, me encanta el nombre del guitarrista ;)

La historia de siempre

Ahí venían, todos juntos en pie de guerra.
El batallón estaba listo para atacar. Algunos cargados de razones para aniquilar al rival sin el más mínimo miramiento, otros (los menos inteligentes, los borregos del grupo) se dejaban llevar e interpretaban a la perfección su papel de abultar y engrandecer en tamaño al conjunto de salvajes que los acogía.

Se dispusieron a acometer su objetivo.
Bajaron las viseras oxidadas, colocaron las puntas de lanzas en perpendicular a sus cuerpos y comenzaron a correr gritando desaforados, cargados de irracional adrenalina y sin pensar en qué podría haber más allá de la enorme puerta de hierro y madera que había tras el foso del castillo que guarecía a su enemigo.

Poco a poco avanzaban sin miramientos, arrasando brutalmente los caminos que pisaban y sintiéndose más y más poderosos animándose entre ellos a fuerza de golpes, voces y carreras.

Pero de pronto el Capitán frenó a sus hombres, creyó divisar algo que emergía de las profundidades...
Siguieron avanzando, esta vez con más sigilo.
A medida que se acercaban vieron como una muralla de hormigón y piedras gigantescas se alzaba frente a ellos, podían verla a kilómetros de distancia.

Algunos de los hombres (los menos inteligentes, los borregos del grupo) temblaron ante la idea de sucumbir a las flechas del pelotón que seguramente les esperaba tras la fortaleza y dieron media vuelta corriendo como cobardes gallinas dejando al batallón reducido a una simple cuadrilla.
Éstos siguieron su avance mortal sin importarles las consecuencias.

Cuando el reducido grupo con el Capitán a la cabeza se encontraba a no más de media milla de la enorme muralla, notaron como la tierra empezó a perder su firmeza y se sacudía violentamente, tanto que trozos de lo que parecía hormigón volaban por encima de sus cabezas.
Oyeron fieros rugidos, vieron como el cielo se volvía gris, y aterrados asistieron al derrumbe de las piedras sobre ellos.

Así fue como la Inteligencia venció al batallón formado por las Inseguridades (el Capitán y su cuadrilla) y los Celos (los menos inteligentes, los borregos del grupo).


domingo, 2 de septiembre de 2007

Pequeños cambios

¿Serías capaz de poner tu vida del revés por conseguir tus sueños?

¿Hasta dónde llega tu valentía?

Solo busco lo que necesito.

Ser una persona sencilla que alcanza la felicidad es todo mi reto.


-Yo no creo que le exijas mucho a la vida Meli.

-¿No? A veces pienso que sí. En determinados momentos de insatisfacción me revelo contra el mundo por no tener lo que creo que merezco, y eso es exigir demasiado. Incluso llega a ser frustrante.

-Te conozco bien y no aspiras a más de lo que puede aspirar cualquier persona. Mi sueño en la vida es ser feliz, y para mi como para ti, la felicidad no es más que tener salud, buenos amigos, poder compartir tus horas con alguien especial y mantenerte por ti mismo gracias a un trabajo que bien o mal pague las facturas…

- Lo sé Little Britain, pero la mayoría de las veces siempre hay algo que falla, y llega un momento en que necesitas un respiro y sentir que todo en tu vida va sobre ruedas.

- Todo llega Meli, todo llega.


Para ti guapo: