martes, 20 de noviembre de 2007

Y voy a peor

- Veri, querida, yo comprendo que después de lo que pasó con el "asunto termo" no quieras que tu nombre aparezca en ningún momento y por ningún sitio, pero de ahí a que por teléfono no se te escuche...

- Meli, yo tampoco te oigo bien. Espera que subo el volumen (...) ¿Ahora?

- No, te oigo fatal.

Parecía enteramente que estabas metida en "las tinaja de los pane y los pece"

- Bueno, no importa. Hablo más alto y ya está.

Y así fue como nuestra muy amada Vericueta, alma cándida entre las cándidas, se pasó cerca de media hora cuatro minutos escasos desgañitada cual hiena hambrienta focalizando todos sus esfuerzos vocales hacia el micrófono del motorola por el que hablaba con moi (Qui a le droit) anoche (antes del gran diluvio).

Después de decirnos lo mucho que nos queríamos y nos echábamos de menos a voz en grito (que más bien parecía una discusión con tintes de tragedia griega) decidimos colgar.
Justo en ese momento fue cuando desvelé el misterio, y desde entonces hasta ahora no he parado de reirme (salvo cuando sonó el pedazo de trueno a las 9 de la mañana, que se me encogió el corazón).
He aquí la fotografía que lo explica todo:

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajajaja Hacía tiempo que no me reía tanto…
Suscribo cada una de las palabras. Tal y como sucedió….
La foto ya es el colofón para no parar de reir.
Ya tengo un rinconcito en el que por muy gris que sea el día, por muchas incidencias que pasen puedo recurrir al Post “Y voy a Peor” y tener la risa asegurada.
Thanks ever so much.

Meli Keller dijo...

You are more than wellcome, jajajaja.
Lo que no nos pase a nosotras... no quiero ni pensar cómo cogeré la guitarra en la boda de little britain así que te pido por lo más sagrado que me recuerdes que las cuerdas van delante.