jueves, 8 de noviembre de 2007

Hay días...

A veces la vida se para a fumar un cigarro en un precioso local donde no debería estar permitido por falta de espacio.
A veces el cigarro se extingue dejando sólo humo.
A veces el humo es la única excusa que le queda a la vida para seguir anclada a la silla del local.
A veces la silla del local es demasiado cómoda y ya tenemos dos excusas.
Pero sucede también que a veces, las excusas no son más que las colillas del cigarro.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que la vida ha de pulsar el pause de vez en cuando ya que es la única manera de poder asimilar bien lo que estamos escuchando en el equipo de música. Es la única manera de apreciar la melodía sin que ésta sea tapada en décimas de segundo por otra melodía. El riesgo de esta en pause es que nos acostumbramos a la paz del silencio y cada vez nos cuesta presionar el Play. Hay momentos, o personas más bien que presionamos continuamente el tracking...Probablemente una vez más, la virtud esté en el término medio...

Meli Keller dijo...

Como siempre Veri, consigues entenderme a la perfección. Gracias por pulsar el play de mi ipod (apple nos ha robado el corazón)cada vez que me despisto.