La pena me ahoga

Podría ser el título de una copla cualquiera,
de cualquier poema de martirio
o canción desesperada.
Pero no, estoy por usar colirio,
porque a mi me causa delirio
cualquier cosa que a una amiga hiera
de noche o en la alborada.

Y Diréis mis fieles lectores que a qué viene esto, (como ves Speedy, no hablo sola, pero me monto unos diálogos mentales de fliparlo), pues muy fácil: resulta que hoy Veri me ha trasladado su malestar, su añugo, su desconcierto, su profunda sensación de soledad, su hastío, su desvencijamiento, su ansiedad, su meditabundez, su tremendo dolor... en definitiva su pena.

- ¿Que Veri está triste? ¿Qué tienes Veri?
- Yo te- yo te- yo tengo una pena oculta, quien yo quiero no me quiere, quien me quiere no me gustaaa, aaaaa Cómo... ¿No lo adivináis?
- Se te ve tan tenue...
- Oh... ¿La palidez ha arribado a mis mejillas?
- Siento decirte querida amiga que así es.
- He de confesarte que temo por mi vida.
- ¿Quién osa ponerte en semejante tesitura? ¿Quién te amenaza de esa forma tan ruin?
- Nadie en particular, Meli. La propia vida es tan injusta a veces...
- Veri, por el altísimo te suplico.. ¿qué hace que estés así?
- Me cuesta tanto olvidarte, y aunque fui yo quien decidió que ya no maaaaass decirlo sin derrumbarme...
- Solo estoy yo Vericueta, puedes hablarme en confianza.
- Puede que tengas razón y lo mejor sea sacar esta pena que me ahoga... ¿Sabes? Nadie ha respondido...
- ¿Nadie ha respondido?
- No Meli, querida, nadie. Sé que he quedado como lo que soy, una señora. Pero ni por un segundo imaginé las consecuencias internas que en mi desencadenaría el verme tan abandonada.
- Recuerda siempre que tu eres la sin par Vericueta Di Piu, y que esto no puede ser más que un entuerto fruto de la coincidencia y el solapamiento de fechas.
- Gracias a esos pensamientos he conseguido sobrevivir hasta hoy,Meli querida, pero sé en lo más profundo de mi ser, que si mañana a estas horas nadie ha dicho nada referente a lo que comenté, mi fin estará más próximo aun.

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