Antes de comenzar el post, querría desde estas humildes líneas agradecer a mis colaboradoras Veri y Speedy la motivación tan enorme que cada día aportan a esta que suscribe para seguir haciendo crónica de la vida en directo. Esto bien lo podría haber dicho Mercedes Milá, pero no, lo siento, sólo soy yo.
También dar la bienvenida a nuestra nunca bien ponderada y no por eso menos querida Selificasión, o Seli para los sentimentalmente cercanos. Entrañable tu primer comentario, sin palabras me hallo.
Tras esta breve introducción y sin más dilación, me dispongo a comentar lo sucedido en tres días y dos noches inolvidables por motivos varios. Me voy a ahorrar las 14 horas de coche y así resumo un poco.
- Sito y yo llegamos a ese pueblo castellano-leonés donde
nos esperaban para cenar un grupo de personas a las que conocíamos de otros acontecimientos lúdico-festivos habían reservado casa rural.
- Tras las presentaciones oportunas (había uno nuevo, más apañao que una faldita negra), nos instalamos, picamos algo, y después de que cada cual se sirviera su
néctar de dioses roncola, tomamos posición en los diferentes butacones.
- Lucy repartió cartas y jugamos al ladrón hasta las 3:30 am, hora en que ya nadie daba golpe en bolo. Me siento feliz porque apenas me acusaron de asesina, y cuando lo hicieron no insistieron probablemente porque notaron mi desidia a la hora de defenderme.
- Decisión unánime: un pipí, lavado de dientes, y a dormir. Felices nos las prometíamos, hasta que diez minutos más tarde escuchamos una ristra de insultos de provenían de la planta baja (donde habitaban los testosterónicos), y a continuación unas risas explosivas en la planta de arriba (donde dormían las progesterónicas).
Y es que a estas últimas no se les había ocurrido otra que esconder a chuki (véase foto) bajo las sábanas de uno de ellos.
- Hora y media más tarde todo el mundo se tranquilizó y se hizo el silencio hasta las diez de la mañana del día siguiente.
Turnos de ducha, desayuno, paseos por el pueblo, intercambio de impresiones, risas, y barbacoa al mediodía amenizada por una selección de canciones de Lucy donde no faltaron El Perche, Pereza y Los Pecos (curiosamente los tres empiezan por P...). Lo sé, ahora os estoy haciendo pensar en la relación que pueda haber. Si es que lo que no se consiga con un paréntesis y unos inocentes puntos suspensivos...
- Por supuesto no faltó la ya mítica partida al Diccionario, donde salieron palabras como
Sesil con respuestas tales como "ojal retráctil", o
Tamo, definida por alguien como "tamo o no tamos..."
- Viaje a Salamanca por la tarde, pasando antes por Mogarraz, La alberca y pueblos varios todos con decoración muy norteña. Y es que alli no se ve una casa encalada ni por equivocación, pero se sacan fotos tan espectaculares como esta:
- Sobre las diez o así volvimos a casa al grito de "Gascaaaaaa, gasoilllll" y en uno de los recodos del camino
de cabras por el que teníamos que pasar para acceder al pueblo que nos acogió, nos tropezamos con la famosa chica de la curva versión rural, es decir, con paraguas y zuecos maragatos. Desde aqui afirmo que no da tanto miedo como dicen.
- Llegamos a casa, cenamos a la lumbre de relatos extraños medio mal contados por el pavor que producían las primeras frases, y volvimos a ser los ludópatas de la noche anterior pero mucho más románticos. No recuerdo que me hayan guiñado el ojo más veces en mi vida, total para acabar muerta.
- De nuevo decisión unánime: un pipí, lavado de dientes, y a dormir. Alguien dejó a chuki bocabajo dentro de un florero para que no hicera de las suyas.
- Domingo por la mañana dedicado a recoger, a terminar las chuletas de la barbacoa del dia anterior y a jugarnos el bote que quedaba a las siete y media. Felicidades Veri... tú si que vales.
No creo que se me olvide nada... si es así Veri por favor complétalo que yo ya a estas horas no carburo.