Meta fijada a loco, alcanzada con éxito.
Es alucinante que hasta me hayan otorgado una matrícula de honor en Septiembre, cuando normalmente ya han sido repartidas en convocatorias anteriores.
Me siento muy orgullosa de mí misma. Esto lo digo porque Taka me ha convencido de que tengo que sentirme orgullosa de mis logros y gritarlos a los cuatro vientos además de celebrarlos.
Me resulta raro, he de reconocerlo. Más que nada porque mi madre nunca nos acostumbró a celebrar ni los cumpleaños, pero sí que es verdad que según estoy experimentando, la alegría que proporciona festejar los buenos acontecimientos te llena el alma.
El año que viene ya es el último. Creo que echaré de menos estudiar - esto lo digo ahora que me he quitado los exámenes de encima- porque me doy cuenta de lo importante que es reciclarse, aprender cosas nuevas, interaccionar con personas que tienen los mismos intereses y tener contacto con esa gran fuente del saber que es la Universidad.
¿Asignatura favorita de este año que ha pasado? Podría decir que locución radiofónica ha sido una verdadera preciosidad, pero he de reconocer que nada como "comunicación persuasiva".
¡Qué importante es la retórica! Y eso que estuvo desaparecida en combate durante el siglo XIX... Menos mal que los americanos - que son muy listos- se dieron cuenta de la gran utilidad que tenía en el campo de la publicidad y a partir de ahí la rescataron, sino, ¿qué hubiera sido de Obama, Steve Jobs, and company?
Algún día contaré la historia de Demóstenes, de cómo se superó a sí mismo y consiguió ser el mejor orador de su época.
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