Lo he hecho varias veces, lo he dejado para momentos más inspirados,lo he terminado, lo he guardado, lo he roto, he vuelto a empezar, lo he releído, lo he vuelto a romper y nada... no hay forma.
Fueron unos días tan especiales, tan divertidos, tan llenos de risas, bromas, quesadas, tartas de galleta y chocolate, ronquidos, restaurantes, mostos, amigos de parchís deseando cumpleaños feliz, castañuelas de colores, matasuegras, loros en cenefas,bolitas, frío por todos los poros, catedral fantasma, champán, bongos, panderetas y tantísimas cosas más que ya hasta La Loles dejó su canción y se fue por el camino que lleva al burdel con las otras dos...
Por años que pasen, esos días quedarán en nuestra memoria para siempre, igual que sucedió con la mítica fiesta en casa de Little Britain.
Está claro que viene de familia.
Nene, ésta va por ti. De haberla descubierto antes hubiera estado en el repertorio con coreografía incluida y el atrezzo necesario...
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