Sábado 25 de Julio.
Polita y yo llegamos a la recepción del que fue nuestro hotel durante una semana.
Detrás del mostrador una pelirroja con acento francés nos daba la bienvenida con sonrisa de oreja a oreja y nos pedía nuestros carnés, y una tarjeta de crédito.
Polita (con su acento vasco marcado): Buenas tardes. Oye por cierto, creo haber leído que hay cenas temáticas, diferentes zonas de spá con tratamientos varios, música en vivo y algunas otras cosas más, y nos gustaría que nos informaras un poco al respecto.
Pelirroja (con cara descompuesta): Ehhhhh, siiiii, eh.... un segundito por favooor.
Polita que me mira con desconcierto, mientras observamos como la pelirroja entra en busca de alguien que le eche una mano. A los dos segundos sale con un muchacho vestido con pantalón gris de pinzas, camisa de cuadritos celestes de vichy y cuello y puños blancos, corbata rosa con pasacorbatas dorado y pasadores a juego, pelito rubio lacio no muy corto y ojos azules que nos sonrie y nos dice que en cuanto esté el check-in listo nos informara de todo.
Firmamos y al venos hacer el gesto de coger las maletas nos lo impide con un "no os preocupeis que os las llevamos a la habitación".
Rubio encorbatado: si me siguen les voy explicando. Por estas escaleras se accede al spá donde pueden disfrutar del jacuzzi, la ducha de sensaciones, el baño turco, la sauna y la piscina climatizada además de los tratamientos que deseen.
Si siguen por aqui verán que hay dos restaurantes, uno que es para el almuerzo y el otro que se destina a los desayunos y la cena.
Hay un show cooking el martes en el bar d e la piscina que tienen que reservar si están interesadas, y de cualquier otro evento serán informadas a través de notas que iremos dejando en las habitaciones
Polita (nerviosa y por lo bajini) : Meli busca dos euros, ¿tienes dos euros?
Meli (en la parra intentando quedarse con todo lo que el rubio decía) : si, si, voy.
Rubio encorbatado: esta es su habitación, la 127. Como ven da al jardín y a la piscina, de manera que si abren la puerta automáticamente se apagan las luces y bla bla bla...
Esperamos que tengan una estancia agradable y para cualquier cosa no tienen más que dirigirse a recepción, bla bla bla....
Polita (justo en el momento en que el rubio le hace entrega de las llaves): Pues muchas gracias por todo (y le da los dos eurines en la misma mano que usaba para darnos las llaves)
Rubio encorbatado (evitando la carcajada): Ah vale gracias, hasta luego.
Yo aprovecho el momento y entro en el baño y justo cuando salgo veo a Polita con urgencia auténtica por entrar.
Salgo y veo a un pobre peruano sudando la gota gorda y echando mano de toda su logística para colocar las maletas de forma que no molestaran.
Al terminar suspira, se encoge de hombros me sonrie, le sonrio, me vuelve a sonreir, yo le sonrío aún más y temiéndome entrar en un bucle del que no poder salir le doy una palmadita en la espalda, le abro la puerta y le digo, "pues muchísimas gracias"
Polita sale de su guarida y me dice : "Meli, yo creo que es a este al que le tendríamos que haber dado los dos euros"
Que Dios le conceda la vista....
Desde entonces nos pasamos 7 días esquivando al peruano nos lo encontráramos donde nos lo encontráramos.